Las infusiones o tisanas han sido la farmacia del pasado. A través de la sabiduría popular las gentes descubrían propiedades beneficiosas de las diferentes plantas que aplicaban para combatir todo tipo de males. Con efectos reales o no, lo cierto es que esta sabiduría popular es aprovechada por las modernas técnicas de análisis y nuevas tecnología para el diseño de nuevos fármacos beneficiosos para la salud.

Las infusiones constituyen una de las bebidas de mayor relieve en el ámbito mundial, se preparan con hierbas, con su corteza y su fruto, mediante la acción del calor para extraerles sus propiedades, y así poder deleitarnos con estas bebidas que son un recurso magnifico para favorecer a nuestro organismo y así mantenerlo saludable, gracias a sus propiedades relajantes, antioxidantes y reconstituyente.

Existen 4 enemigos de las hierbas curativas: humedad, parásitos, contacto con el aire y el calor.

Consérvalas en recipientes de vidrio con tapa.

Parásitos: en caso de que se note alguno en las plantas es necesarios desecharlas de inmediato, es imposible tratar de limpiarlas o retirarlos. Lo mejor es tirarlas y reponer con plantas nuevas.

Humedad: es importante que las plantas estén completamente secas antes de guardarlas en frascos con tapa. Si estuvieran aun húmedas favorecerían la proliferación de hongos y parásitos.

Aire: facilita la perdidas de sustancias volátiles de nuestras plantas por lo que es necesario elegir frascos con tapa para que el contacto con el aire sea el menor posible, pues también el aire puede contaminar o degradara la planta.

Calor: facilita la condensación de la humedad y con esto propiciar la proliferación de parásitos.